En los tratamientos de salud y belleza, sabemos que el organismo no soporta mucha intensidad de golpe: para conseguir un resultado duradero, se necesita tiempo, y tratar de ir por la vía rápida con tratamientos intensivos puede ser contraproducente. ¿A que no intentarías levantar los pesos más grandes en tu primer día de gimnasio ni te embadurnarías la cara con un bote entero de crema a ver si ofrece resultados instantáneos? Igual que tomarte una caja entera de antibióticos no va a curarte al momento. Pues lo mismo sucede con la fototerapia led: no hay que saturar el organismo con mucha potencia de golpe, sino aplicarla de forma regular y moderada durante cierto tiempo.
En marketing, está de moda usar la palabra «potencia» para que los productos les parezcan más eficaces a los consumidores. Es un término muy amplio que se emplea para dar a entender que se obtienen resultados mejores y más rápidos. Sin embargo, como ya sabemos, cuando hablamos del cuerpo y de la piel, no existen atajos. De hecho, en el caso de la fototerapia led, los estudios demuestran que una potencia inferior durante largos periodos suele producir mejores resultados. (1)
Cómo encontrar la «dosis» perfecta
Plantéatelo como si fuese un medicamento. ¿A que no te tomarías toda la medicación de golpe para curarte antes? De hecho, sería hasta peligroso. En vez de eso, sigues la posología indicada por el médico durante cierto tiempo, para que el organismo pueda absorber el tratamiento de una forma eficaz y curarse.
Pues la fototerapia led funciona de forma parecida: hay que poner en equilibrio los distintos factores que repercuten en el led —la longitud de onda, la cobertura y la potencia a lo largo del tiempo (2)— para conseguir la «dosis» más efectiva de luz para tu piel.
Los pilares para un tratamiento led eficaz: cómo optimizarlo para lograr la máxima eficacia
Para que la fototerapia led sea efectiva, hay tres pilares que determinan la eficacia del tratamiento. Vamos a analizar cuáles son, qué efectos tienen sobre la piel y cómo los hemos optimizado en la Máscara LED Facial de Nueva Generación de CurrentBody Skin.
1. Calidad y precisión de la longitud de onda
Al igual que los principios activos de los medicamentos, los estudios clínicos demuestran que una longitud de onda precisa es la forma más eficaz de tratar la piel. Cuanto más precisa sea la longitud de onda, mayor será la calidad del tratamiento.(3)
Contamos con un equipo de pruebas especializado para garantizar que los ledes de nuestra máscara emitan la mejor longitud de onda según los análisis clínicos con una precisión incomparable. Así la piel absorberá mejor la luz y conseguirá los mejores resultados.
2. CoberturaLa forma en que la luz se reparte por la piel también es importante: si se distribuye de manera homogénea por toda la superficie de tratamiento, se obtendrán mejores resultados. Incluso pequeñas diferencias en el número de ledes, su ubicación y la distancia de la piel pueden repercutir de forma significativa en el rendimiento.(4)
Hemos testado nuestra máscara de nueva generación en miles de rostros para conseguir la máxima cobertura. La silueta flexible Best-Fit se curva de forma natural para adaptarse a la cara y garantizar que todas las zonas del rostro y la barbilla estén expuestas a la luz de manera uniforme. Las tiras de sujeción multiposición garantizan que la máscara no se mueva de su sitio durante todo el tratamiento, para mantener el contacto de forma constante y lograr una cobertura uniforme por toda la piel.
3. Potencia equilibrada a lo largo del tiempoLa potencia (también llamada «irradiancia») es importante, pero una mayor potencia no implica mejores resultados. Como ya hemos comentado, según el consenso científico, la fototerapia de baja potencia (LLLT) funciona mejor si se practica con potencia baja durante periodos más largos. Demasiada potencia en poco tiempo puede saturar la piel, mientras que una potencia excesivamente baja podría no ser eficaz.
Hemos escogido una potencia de 18 julios por todo el rostro. En ningún caso nos planteamos aumentar la potencia, porque, como ya hemos comentado, con una potencia mayor no se mejoran los resultados. Equilibrando la potencia con una duración del tratamiento de diez minutos, garantizamos que la máscara sea segura, eficaz y práctica, y que se adapte a todas las rutinas de belleza.
Como puedes ver en las imágenes inferiores, optimizando los tres pilares para un tratamiento led eficaz, la máscara de nueva generación presta un tratamiento más completo y uniforme por toda la cara en comparación con las máscaras led flexibles tradicionales.
Las limitaciones a la hora de medir la potencia: lo que no nos cuentan los estudios
En el ámbito de la fototerapia led, está ampliamente aceptado que en la actualidad no sea posible medir la cantidad exacta de energía que absorbe la piel durante el tratamiento. La mayoría de los estudios miden la densidad de potencia con un instrumento, el espectrómetro, pero no nos ofrece todos los datos.
Los espectrómetros solo pueden medir la potencia que emiten las máscaras led en un punto concreto.
Sin embargo, no se tienen en cuenta los demás factores que afectan a la cantidad de luz que absorbe la piel, como, por ejemplo:
- La distancia a la piel: en las máscaras led, la proximidad de la luz a la piel cambia cómo se absorbe la luz en comparación con los paneles led (que son los dispositivos que se suelen usar en los estudios científicos), que suelen situarse más lejos de la piel. Sin embargo, esto no se refleja en las mediciones simples de densidad de potencia.
- La ubicación de los ledes: el número y la disposición de los ledes en las máscaras repercuten sobre la homogeneidad de la distribución de la luz sobre la piel.
En conclusión, la fototerapia led debería considerarse como cualquier otro tratamiento de salud y belleza, ya que exige un planteamiento constante y equilibrado para conseguir resultados duraderos. Para lograr los mejores resultados, hay que combinar los tres pilares claves para un tratamiento eficaz: precisión de la longitud de onda, una cobertura uniforme y una potencia equilibrada a lo largo del tiempo. Estos factores se unen para asegurar que la piel absorba la luz de la forma más eficaz y ofrecen seguridad y unos beneficios perceptibles con el paso del tiempo. Si la terapia led se centra en estos pilares, en vez de buscar una potencia mayor, logrará mejoras eficaces a largo plazo en la salud de la piel.